En mi interior sólo hay bocanadas de humo nebluscas, vacías.
Y sin embargo no le pego bocanadas a sus cachimbas.
El ambiente de la noche es incluso más pesado que eso.
Siempre juegan a entenderme, sólo están de paso.
Luego sólo estoy yo y nadie me vé.
No quiero entender para no retroceder.